miércoles, 28 de mayo de 2025

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viernes, 18 de abril de 2025

La importancia de un Tribunal Colegiado de Circuito en Materia Civil y de Trabajo

Muy buenas tardes, en esta ocasión les comparto que en el diálogo de campaña directo con las y los ciudadanos de Chihuahua, la pregunta más frecuente que me realizan es qué es un Tribunal Colegiado de Circuito, por qué ve diferentes materias, en qué se distingue de los juzgados, entre otras.

Primeramente, la denominación “Tribunales Colegiados de Circuito” viene en el primer párrafo del artículo 94 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y entre otros, son los órganos jurisdiccionales en los que se deposita el ejercicio del Poder Judicial de la Federación, es decir, su naturaleza es jurisdiccional y pertenecen al ámbito federal dentro del Poder Judicial.

Su creación fue en 1950, y su implementación fue en 1951, esto es, que los Tribunales Colegiados de Circuito no fueron conocidos por los grandes autores de Amparo como Rejón y Otero, sino que se instauraron en el  Siglo XX, como órganos jurisdiccionales que apoyarían (y continúan) a la revisión de los juicios de amparo y al conocimiento del juicio de amparo directo, para desahogar la carga de trabajo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y con la finalidad de acercar la justicia constitucional a la población.

Tal es su importancia, que llegan a decidir asuntos en última instancia, salvo que exista cuestión de constitucionalidad de la que se derive un interés excepcional, en cuyo caso procede el amparo directo en revisión o bien, la Suprema Corte atraiga asuntos de amparo conforme a sus facultades, siendo esta la máxima instancia jurisdiccional nacional.

De ahí la relevancia de las decisiones de un Tribunal Colegiado de Circuito en las distintas materias, o mixto como es el caso de los Colegiados que tienen sede en Ciudad Juárez, cuya jurisdicción también abarca algunos municipios de la zona norte del Estado de Chihuahua.

En el resto del Estado, existen Tribunales Colegiados de Circuito en Materias Civiles y de Trabajo, así como en materias Penal y Administrativa, por decisión del Consejo de la Judicatura Federal. 

Me enfocaré en el Tribunal Colegiado de Circuito en Materias Civil y de Trabajo. Dicho órgano conoce de juicios de amparo directo en contra de sentencias de jueces laborales (pues no hay segunda instancia laboral local ni federal), así como de las Salas Civiles y Familiares del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Chihuahua. 

En tal Tribunal, se analizan las violaciones procesales que ocurrieron durante los juicios en materia civil, familiar y laboral. Para llegar a esa instancia es necesario agotar los recursos locales (apelación)  previstos en la Ley (Códigos de Procedimientos Civiles y Familiares), recordando que la Ley Federal del Trabajo no contempla un recurso de segunda instancia.

Así, en materia laboral (trabajo) se puede promover la demanda de amparo directo en contra de sentencias de Jueces Federales y Locales en materia laboral, o de las que aún están pendientes de las Juntas Locales o Federales de Conciliación y Arbitraje (en proceso de extinción).

Por otra parte, en materia civil y familiar se pueden impugnar en amparo directo las sentencias de Salas Civiles y Familiares, así como de Tribunales Colegiados de Apelación (cuando la competencia es federal).

Además, un Tribunal Colegiado de Circuito conoce de los Recursos previstos en la Ley de Amparo, esto es, cuando se controvierten actuaciones, acuerdos, suspensiones, resoluciones o sentencias en materia de amparo indirecto de los Juzgados de Distrito (excepcionalmente de los Tribunales Colegiados de Apelación).

En castellano, un Tribunal Colegiado de Circuito impacta en decisiones en última oportunidad en asuntos de despido, discriminación en el empleo, aguinaldos, reinstalaciones,  pensiones alimenticias, adopciones, guarda y custodia, patria potestad de niñas niños y adolescentes, tutelas, derechos de propiedad, contratos civiles y mercantiles, sucesiones (herencias), entre muchos otros.

Por tanto, en las manos de las y los chihuahuenses (y en general de los mexicanos) está el destino de esos asuntos, siendo vital su participación el primero de junio de dos veinticinco para elegir a los próximos y próximas  integrantes de los diversos órganos jurisdiccionales, recordemos, con la reforma habrá paridad, de tal manera que aspirantes mujeres en todas las boletas irán del lado izquierdo y hombres del lado derecho. Vota, infórmate y participa. 

Atentamente.

Luis Alberto Gómez Caballero, candidato a Magistrado de Circuito en Materias Civil y de Trabajo.




lunes, 31 de marzo de 2025

Iniciamos campaña!

 Muy buenas noches a todas y todos, inicio a escribir esto a las 10 de la noche, horas inhábiles para ser respetuosos de los lineamientos del INE. 

Fue extraordinario reencontrarme estos días con tanta gente de mi lindo Chihuahua, principalmente mi familia y mis compañeros de generación (2005-2010), que han sido parte esencial de este proyecto, que han creído en mi y que algunas y algunos también están participando para diversos cargos del Poder Judicial del Estado de Chihuahua.

Empezamos con la presentación: soy Luis Alberto Gómez Caballero, Candidato a Magistrado de Circuito en Materias Civil y de Trabajo en el 17o Circuito en Chihuahua. 

Hoy quiero compartirles mi un poco de mi:

Nací en la Ciudad de Chihuahua en 1987, estudié la educación preescolar en el centro educativo Mi Mundo, luego la primaria y secundaria en la ESFER y finalicé mi educación media superior en el Colegio de Bachilleres Plantel 3, todas en la Ciudad de Chihuahua.

En el año 2005, hice examen de admisión en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Chihuahua, me quedé y finalicé en el año 2010. Me titulé por promedio por haber obtenido 9.42 y ese mismo año ingresé a la Maestría en Procuración y Administración de Justicia en la misma institución académica, donde obtuve un promedio de 9.78 y mención honorífica en la defensa de mi tesis.

En 2013 hice examen de admisión y resulté seleccionado para estudiar la Maestría en Derecho Procesal Constitucional en el Universidad Panamericana (2014-2015), la que finalicé con un promedio de 9.3, titulándome en 2019. 

Luego estudié el Doctorado en Derechos Humanos del 2018 a 2021 en el CENADEH de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, donde tuve Beca CONACYT, donde me encuentro en la última fase de corrección de estilo de la tesis.

En el 2020 y 2021, con motivo de las capacitaciones que abrió la Escuela Federal de Formación Judicial por la Reforma en Materia Laboral de 2019, tomé diversos cursos y realicé examen para ingresar a la Especialidad en Derecho del Trabajo y Justicia Laboral, misma que concluí y de la cual titulé por examen final de conocimientos en 2021.

Desde 2020, he sido adjunto o profesor invitado del Maestro Joaquín Dávalos Paz en las Materias de Bienes y Derechos Reales, así como Sucesiones en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México. 

Mañana publicaré mi experiencia profesional. 

Saludos y gracias por leerme. 

Luis Alberto Gómez Caballero 




jueves, 6 de marzo de 2025

UN VEINTIDÓS DE NOVIEMBRE

El veintidós de noviembre de dos mil veinticuatro es una fecha que marcó un antes y un después en mi vida profesional.

Eran tiempos del Encuentro Jurídico Universitario organizado por la Secretaría de Enlace y Coordinación de la Secretaría General de la Presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, un evento de gran alcance y difusión que se organiza año con año y que, precisamente, va dirigido, como su nombre lo indica,  a los estudiantes universitarios de la carrera de Derecho, quienes participan de manera presencial y a distancia en ciclos de conferencias. 

La sede no fue el edificio tradicional del centro histórico, sino el recinto alterno de la Corte ubicado en avenida Revolución, en la Ciudad de México. Pedí estar ese día y me dieron autorización, pues trabajo en el Alto Tribunal. 
 
Fue verdaderamente grato escuchar las visiones de justicia de las nuevas generaciones con sus participaciones en tal Encuentro. Es sin duda mi tema favorito, por ello estudié la maestría en procuración y administración de justicia; posteriormente otra maestría en derecho procesal constitucional; el doctorado en derechos humanos; la especialidad en derecho del trabajo y justicia laboral; y el curso básico de secretarios del Poder Judicial de la Federación. 

Ese día recordé mis tiempos de estudiante universitario; egresé de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Chihuahua en dos mil diez, cuando aún no existía en la Constitución el término derechos humanos, sino garantías individuales; tampoco había reforma constitucional en la materia ni estaba en vigor la Ley de Amparo actual.  

Un contexto muy distinto al que estamos viviendo, porque, por poner un ejemplo, la oralidad en materia civil y familiar avanza a paso firme y se empiezan a ver los primeros resultados; juicios más ágiles, la necesaria inmediación y justicia pronta que estoy seguro se consolidará con la implementación del Código Nacional de Procedimientos Civiles y Familiares.  Algo diferente pasaba en dos mil diez, reglas más rígidas y ni que decir de las posibilidades de hablar con los jueces de primera instancia. 

Por otro lado, en  materia laboral, sin duda, la especialización y la creación de juzgados laborales dentro de los Poderes Judiciales por reforma a la Constitución y a Ley Federal del Trabajo, algo impensable en aquel no tan lejano dos mil diez.

El ver a los jóvenes reflexionar, me hizo recordar que el sistema de impartición de justicia tiene que tener como eje principal a las personas, sus problemáticas más comunes, la justicia cotidiana como en algún momento se le llamó.

Por eso estudiamos derecho y nos actualizamos seguido debido a su transformación constante. Nos lo advirtieron tanto Eduardo Couture como muchos maestros, incluso desde el primer semestre.

Ese día, veintidós de noviembre de dos mil veinticuatro,  reafirmé que, conocer el derecho es para servir a la justicia; y la justicia es buscar la verdad en cada juicio, donde hay personas, seres vivientes en espera de soluciones, no acumulación de papeles, archivos digitales o simples letras. 

lunes, 3 de marzo de 2025

COMENTARIO EN ALCANCE

    En días pasados compartí por este medio la obra que contiene los votos que como Ministro Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación realizó Ignacio L. Vallarta.

    Ahora, con motivo de mi trabajo en el máximo tribunal del país, me entero que existe una colección de documentos privados de Don Ignacio Vallarta que forman parte del acervo de la Suprema Corte, los cuales pueden ser consultados en línea en el siguiente vínculo:

https://bibliotecadigital.scjn.gob.mx/documentos-archivo/documentos-privados?page=1&size=15&sort=dcDate,desc#scroll-navigation 

    

martes, 25 de febrero de 2025

Don Ignacio Luis Vallarta Ogazón

    Ignacio Luis Vallarta Ogazón fue un mexicano ejemplar, abogado, servidor público, congresista, que llegó a ocupar los cargos de la más alta importancia en el ámbito jurídico como el de Secretario (Ministro) de Gobernación, en uno de los períodos del Presidente Benito Juárez García, así como Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, todo ello en el siglo XIX.

    Hago énfasis en su último cargo público, del cual podemos ver algunos de sus criterios (votos) más relevantes como Presidente del Máximo Tribunal del país, gracias al libro "Cuestiones constitucionales: votos que como presidente de la Suprema Corte de Justicia dio en los negocios más notables resueltos por este tribunal desde mayo de 1878 a septiembre de 1879", que contiene temas vigentes hoy en día, tales como la ejecución de sentencias de amparo y el amparo contra normas generales; así como otros que nos permiten visualizar el contexto histórico de esa época como los trabajos forzosos, la consignación forzada al servicio militar, la procedencia del amparo contra actos de Jueces de Distrito, entre otros. Obra disponible en línea en la página del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM en el siguiente link de acceso al libro

    Por tales razones, lo considero en lo personal uno de los juristas más destacados que ha tenido nuestro país, con numerosos monumentos, entre ellos, el ubicado en el vestíbulo principal del edificio sede de la Suprema Corte: